Las nueve musas
Séfer Bereshit

QUEREN OR… MADA TEORETI, MISTICA

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Rayo de luz, ciencia pura y mística

Rafael Barrett escribió Él ha salido a la vida, y ha explicado la vida. Ha abierto los ojos, y ha creado la luz, de manera semejante a la poesía, la Ciencia explica, la luz producida por los fotones quienes contienen todas las formas electromagnéticas a través de las partículas cuánticas y/u ondas otorgan visión al ojo al enfrentarse con la oscuridad de la retina, de manera semejante Hashem (D/os) al contraerse expande un espacio de oscuridad llamado Nada el cual al desbordarse crea la luz, es decir, esa luminosidad confiere el Tiempo y el Espacio, es así como a lo largo de la expansión del universo Dios en unión con su omnipotencia es poeta y científico, amante de compartir su sabiduría a todo aquél que busca en lo diminuto de las cosas. Sabio es quien sabe valorar lo pequeño porque lo diminuto sólo se percibe a través de la contemplación.

Leyendo el Séfer Bereshit o libro del Génesis se percibe que Adán y Eva eran sólo energía, pero, después de la caída al separarse la luz de Dios llamada gracia o Shejina son vestidos, no con telas sino con un cuerpo de carne la cual da forma, tiempo y espacio al ser humano, elementos  fundamentales de la física cuántica.

Para esta teoría todo cuerpo es un conjunto de energía producida por los átomos que al unirse confieren estructura  producida por la energía emanada.  Somos un conjunto de átomos unidos constituidos por electrones, protones, núcleo y quarks. Pero, así como los átomos y sus divisiones moran en un universo, y como el fotón se convierte en un quantum el cual contiene todas las formas, Hashem se revela en el interior de cada ser humano.

Bernard Haisch
Bernard Haisch

Bernard Haisch, uno de los grandes astrofísicos dice, pareciera que la ciencia es el resultado de cientos de años de espiritualidad, y no es que parezca, en realidad la ciencia particularmente la física cuántica tiene una profunda relación con la mística y sobre todo con la cábala. Quizá un punto interesante de analizar es que esta teoría fue desarrollada por científicos judíos que más allá de la manera de percibir su fe personal llevan en sí mismos este conocimiento místico, por ello este artículo tiene como base relacionar algunos elementos del pueblo judío con la física cuántica la cual en muchos aspectos desarrolla el mismo proceso que tuvo el pueblo de Israel consigo mismo, con su comunidad y con su Dios pero a nivel atómico.

Tomo el Sefer Shemot o el libro del Éxodo, particularmente las Leyes las cuales manifiestan la seguridad de un pueblo confiado en los Mandamientos dispuestos por la sabiduría divina, en ellos existen lineamientos donde el pueblo debe escuchar a su Dios, aceptar seguirlo y consagrar el pacto que lo lleva a trascender desde cada uno de sus lenguajes.  Esto mismo se manifiesta en el interior de las leyes cuánticas, Sin leyes no hay acción, es por ello que estás requieren la existencia previa de leyes[1] Esto lleva a comprender que tanto la espiritualidad como la ciencia  se manifiestan a través de la Emuna o fe, es decir la Verdad no la confianza.

El Universo está regido por leyes, por ello, el cosmos se acrecienta en diversos universos de la misma manera en la que Dios manifiesta su Shejina en la pluralidad de seres humanos, pero este Dios omnipresente revelado a través de la Palabra encubre un misterio trascendental en el valor numérico de cada letra. De manera semejante, el átomo esconde en sí mismo, protones, electrones, neutrones y núcleo, pero sobre todo se revela en ese misterio llamado luz.

Dios hizo la luz, y esta al crearse expande el tiempo y el espacio, analogía de ese primer abrir de ojos del ser humano al emerger del vientre y afrontar la estría oscura de la retina con la luz, este fotón capacitado con bastiones permite al ser humano enfrentarse con ella. De esta manera podemos observar que tanto las leyes del Éxodo como el principio básico de la creación del ser humano se introducen en la historia espiritual de la humanidad y de la creación de un pueblo de manera análoga a la aleatoriedad de los universos infinitos partiendo del propio cuerpo humano.

 James Jeans
James Jeans

Otro punto fundamental del pueblo de Israel es su percepción de D/os como una divinidad quien conduce a la reflexión y la responsabilidad. A discrepancia de otras religiones y civilizaciones, el D/os de Israel entra en la historia no para remediar problemas sino para acompañar,  fortalecer a la persona y así tener el valor de cumplir las leyes en favor no de sí mismo sino de su prójimo. D/os se manifiesta en el interior, en el actuar y en el  pensamiento de cada persona, por ello, el astrofísico sir James Jeans exteriorizó El universo empieza a parecer más un gran pensamiento que una gran máquina.

La Presencia Divina habita el interior de la persona, siendo esa gran luz que expande e ilumina la sabiduría de manera similar al actuar de los quarks quienes interactúan con las cuatro fuerzas fundamentales (nucleares, electromagnéticas, débiles y de gravedad) de manera equivalente al actuar de D/os al apoyarse a través de Patriarcas, Jueces, Profetas y su pueblo.

Desde la mística D/os sólo puede expandirse a través de la materia,  sólo a través de ella  puede estar en todas partes, aquí es donde este Tzim Tzum se hace presente a lo largo de 14,000 millones de años para ser llamado en la modernidad Big Bang.  D/os busca a la humanidad para esparcir su presencia divina de forma similar al comportamiento de las ondas y las partículas de  radiación electromagnética o luz, según lo dicho por Max Planck.

La luz da frecuencia de la misma forma que D/os, ambos otorgan equilibrio a la vida, pero este equilibrio tiene un punto en contraparte, el Mal, el cual no es ocasionado por D/os sino por las decisiones del ser humano.  El mal es un concepto atribuido a fuentes externas del Hombre que lo llevan a elegir de manera viciada e irracional, o como dice poéticamente Franz Kafka el mal causa angustia porque es el único concepto al que Adán no tuvo tiempo de ponerle significado, pero, sea cual sea el principio del Mal, el tema central es como alejarlo del ser humano, ante ello, la Astrofísica dice la conciencia crea la materia y no viceversa.  Es el interior del ser humano quien desarrolla todo lo que beneficia o daña la creación, la consciencia como fuerza creativa en el universo es el reflejo del poder creativo espiritual encarnado en cada una de las mentes humanas. Esto enseña que tanto los seres humanos como vivos tienen esa luz divina llamada Shejina  o Gracia, la cual revela a cada ser de la creación como un microcosmos del macrocosmos, o desde el lenguaje espiritual pequeños fragmento de D/os distribuidos en los sefirots, entonces, ¿por qué esa necesidad dañarnos?

El Mal tiene su origen en la consciencia, transfigurada en realidad en cada acto dirigido en contra de la armonía y se cristaliza al transformar al ser humano en agujeros negros depredadores, entonces, si el universo no es culpable de esa concentración de masa en la cual ni siquiera la luz puede escapar, D/os tampoco debe ser procesado por el libre albedrío del ser humano.

 Kohelet
Kohelet

Otro punto de encuentro es la Sabiduría, todo tiene un tiempo, un tiempo de vivir y un tiempo de morir, está escrito en el capítulo tercero de Kohelet, ésta precisión la desarrolla de manera similar la física cuántica al manifestar, todo tiene un tiempo de surgir y todo esto surge a través de los átomos entrelazados a una inteligencia creadora y destructora a su tiempo. Si leemos detenidamente ambas enseñanzas contienen el Misterio que conlleva a reflexionar sobre la existencia.

Todo acto tiene una reacción, la energía esparcida toma su tiempo para desplegar, pero siempre se hace presente porque dicen las leyes físicas las cargas positivas y negativas deben ser las mismas antes y después de una reacción, por ello, el ser humano invariablemente regresa a ser lo que es. Todo tiene consecuencias, Todo es vanidad, señala Kohelet en el capítulo uno. Todo tiene un tiempo en la vida espiritual y ética, y en la Ciencia existe un trance preciso donde lo realizado expande y contrae al universo a un ritmo dando tiempo, forma a la masa, a la materia y organizándolo, es decir, el universo al ordenarse se torna Cosmos. Todo es cuestión de templanza enseña el universo, todo es cuestión de contemplación ilustra la Sagrada Escritura.

Y la luz se hizo, esta frase comienza con una conjunción copulativa lo cual indica que ya existía algo previo, en la mística a este precedente se le nombra enSof, es decir, Infinito, o Adam Kadmon, es decir, el pensamiento creador antes del acto se contrae y crea un vacío llamado Nada, el cual provoca que al colisionar  la luz divina con la oscuridad se construya la creación, esta acción espiritual habita de forma semejante en el ojo, la retina, esa estría oscura provoca la visión al enfrentarse con la luz otorgada por los fotones cuya masa invariante cero viaja en el vacío a una velocidad constante que la lleva a interactuar con la materia transfiriendo una cantidad fija de energía, ofreciendo la luz pura convirtiéndose  en el elemento físico y espiritual fundamental, por ejemplo, Sir Isaac Newton descubrió que la luz blanca se compone de siete colores:  rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y violeta revelados al Hombre en el arco iris, símbolo de la Alianza de Dios entre el Ser humano.

Cada uno de estos siete colores simbolizan los siete días de la semana y los siete grandes invitados en la fiesta del Sucot y sus atributos: Abraham (Misericordia) Isaac (fortaleza), Jacob (Belleza), Moisés (victoria) Aarón (Humildad), José (equilibrio), David (Reino de Dios), personajes  espirituales que ofrecieron luz a la humanidad, cada uno de estos personajes iluminaron el camino interior de cada ser humano acrecentando la luz divina,  de manera similar la ciencia explica que esta variedad de colores confiere existencia a la luz blanca, es decir, la combinación y diferencias de los seres humanos es lo que provee una omnipotencia a Dios y lo que hace percibirse su esplendor.

La luz se expande para ser más clara, así el pueblo hebreo se expande en el mundo, a través del cuatro tipos de exilio.

  • Nafshi – emocional
  • Gufani – físico
  • Silji – intelectual
  • Hakol – combinación

Estas vivencias del Exilio expandieron la comprensión interior de quien se es y hacia dónde se va, de manera similar a la luz blanca la cual crea a través de la sustracción expansión de la inteligencia. De lo posible surge lo real, explica Haisch, de manera análoga al surgimiento del pueblo de Israel en el exilio quien se sustrajo de su egoísmo para expandirse y percibir la esencia de D/os, porque sólo limitando lo infinitamente posible creas lo finitamente real[2].

La profundidad del exilio científica como espiritualmente fundamenta la expansión de la luz, y  ofrece para la ciencia una metáfora de la conciencia, señala Russell, y para el estado espiritual un conocimiento de la presencia de D/os alumbrando el sendero interior de un pueblo más allá de un territorio concreto. El exilio concede al pueblo de Israel la luz de Dios en su interior, la Shejina o Gracia más allá de los templos, el Fotón al exiliarse de la partícula e interactuar con la materia se hace responsable de las manifestaciones cuánticas electromagnéticas, convirtiéndose en la partícula formadora de todos los niveles y formas de radiación, en ambos casos la separación lleva a la creación y a la manifestación de la luz pura.

La cábala, el Zohar y en su mayoría el misticismo del pueblo judío ha manifestado particularmente a partir del siglo XII, un nivel de consciencia relacionada con el cosmos, la energía, la materia, con la expansión y contracción del universo, de la luz pura y de la sabiduría, por ello la teoría cuántica se ve reflejada en el desarrollo de su simbología, ambas comparten el misterio oculto de la luz.

Y D/os dijo hágase la luz y la luz se hizo fotón, átomo entre el tiempo y el espacio…


[1] Cf. Haisch Bernard. La teoría de Dios. Gaia Ediciones.

[2] Cf. Ibídem. Pág. 45.


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Martha Leticia Martínez de León

Martha Leticia Martínez de León

Hermeneuta en Libros Sagrados y Lenguas Antiguas.

Maestra en Ciencias Bíblicas y Hebreo Antiguo. Maestrante en Estudios Judaicos por la Universidad Hebraica. Licenciada en Ciencias Religiosas por la Universidad Pontificia de México. Especialidad en islam por la Universidad de Al Azhar de El Cairo, Egipto.

Especialidad en el Pensamiento del Papa Francisco y el Libro del Apocalipsis por el Boston College.

Especialidad en Música Contemporánea (Piano-guitarra).

Generación XXXII de la Sociedad de Escritores Mexicanos (SOGEM).

Ha publicado treinta y siete libros en México, España, Estados Unidos e Italia en diversos géneros literarios y teológicos.

Conferencista a nivel internacional.

Creó y desarrolla la teología del Silencio y de la Carne la cual entrelaza con la investigación mística, científica y musical bajo el nombre de “Lectura gemátrica, pitagórica y cuántica del Séfer Bereshit 1-3 -Hashem se revela a través del Big Bang-

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