Las nueve musas
Manolis Anagnostakis

Manolis Anagnostakis

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“De cuando en cuando me han tildado de ser un poeta claramente político. Personalmente no creo que sea un poeta político. Soy romántico y político al mismo tiempo…”

 LLEGASTE CUANDO YO…

Llegaste cuando yo no te esperaba. Como cada noche
Quemando el recuerdo de muertes amargas
Desamparo de la vejez, temor del nacimiento,
En cavernas oscuras, en el corchete del placer
Más alla de los vacíos campos de los pelotones de ejecución
Llegaste cuando yo no te esperaba. Ah, cómo habrías vivido
Tú y yo una época así
Carga podrida en la bodega de un
Barco ebrio donde murieron todos
Hundiéndose con miles de agujeros en nuestros cuerpos
Ojos borrosos que burlaron la luz
Bocas vagabundas en la corteza de la vida
Quemando el recuerdo – Muertos
En una época de muerte irrevocable
Llegaste cuando yo no te esperaba. Y ni una seña
Ni una palabra, como la bala en la marca del cuello
Ni una voz humana porque no había nacido
todavía ninguna voz
no había nacido el río salvaje
que fluye en las puntas de los dedos y calla.
Recuerdo de vida –cuándo comenzar
Implacable y sosegado a sacar palabras
A proferir ante los cenotafios los lamentos
Desgastados en el largo tiempo de las voces articuladas
Y cerrar con llave las pequeñas pequeñas alegrías
Sin pisar por encima de los versos muertos
Porque si son huesos, amores o cuchitriles
Con la manta en la puerta de entrada dividiendo el mundo
En dos, ocultando la convulsión y la desesperación
Mientras fuera los que pasan entonan himnos a despecho de los fieles
A despecho del niño enfermo y del invierno
Ah, cómo habrías vivido una época. Y él implacable,
El tiempo, pulverizando el pensamiento
Los proyectos sólidos y las decisiones feroces
Los porqués volátiles, las sonrisas húmedas
Llegaste cuando yo no te esperaba. No me engañes
Estos no son los umbrales que pasé agachando la cabeza
Estas son las guaridas donde se estremecen los roedores
No tienen nada más que el aroma del fango
Ni siquiera la caricia de los muertos en nuestros sueños
Porque ha quedado algo –si ha quedado-
Además de muerte, corrupción, palabras y acción.
Imperecedero dentro de esta ceniza que quemo
Como cada noche el recuerdo de muertes
De amargas e inexplicables muertes
Escribiendo poemas sin sonidos ni palabras.

Del  poemario  ΣΥΝΕΧΕΙΑ” (“CONTINUACIÓN”), 1953-1954

 ΉΡΘΕΣ ΟΤΑΝ ΕΓΩ…

Ήρθες όταν εγώ δεν σε περίμενα. Σαν κάθε νύχτα
Καίοντας την ανάμνηση πικρών θανάτων
Ανημποριά των γηρατειών, τρόμος της γέννησης,

Σε τρώγλες σκοτεινές, στην αγκύλη της ηδονής
Πέρα απ’ τους άδειους κάμπους των αποσπασμάτων
Ήρθες όταν εγώ δεν σε περίμενα. Α πως θα ζούσες
Εσύ κι εγώ μια τέτοιαν εποχή
Σάπιο φορτίο στ’ αμπάρι ενός
Μεθυσμένου καραβιού που πέθαναν όλοι
Βουλιάζοντας με χίλιες τρύπες στα κορμιά μας
Μάτια θολά που χλεύασαν το φως
Στόματα αδέσποτα στη φλούδα της ζωής
Καίοντας την ανάμνηση – Νεκροί
Σε μια εποχή ανέκκλητου θανάτου
Ήρθες όταν εγώ δεν σε περίμενα. Κι ούτε ένα νεύμα
Μια λέξη, όπως η σφαίρα στο στίγμα του λαιμού
Ούτε μι’ ανθρώπινη φωνή γιατί δεν είχε
Ακόμα γεννηθεί καμιά φωνή
Δεν είχε γεννηθεί τ’ άγριο ποτάμι
Που ρέει στις άκρες των δακτύλων και σωπαίνει.

Ανάμνηση ζωής – πότε ν’ αρχίζεις
Αδίστακτος και πράος να βγάζω λόγους
Να εκφωνώ στα κενοτάφια τους θρήνους
Φθαρμένους στων φθόγγων την πολυκαιρία
Και να κλειδώνεις τις μικρές μικρές χαρές
Όχι πατώντας στους νεκρούς σου πάνω στίχους
Γιατί αν είναι κόκκαλα, έρωτες ή χαμόσπιτα
Με την κουβέρτα στην ξώπορτα χωρίζοντας τον κόσμο
Στα δυο, κρύβοντας τον σπασμό και την απόγνωση
Κι έξω να ψάλλουν οι περαστικοί στο πείσμα των πιστών
Στο πείσμα του άρρωστου παιδιού και του χειμώνα
Α πως θα ζούσες μια εποχή. Κι αυτός αδίσταχτος,
Ο χρόνος, θρυμματίζοντας τη σκέψη
Τα στέρεα σχέδια και τις βίαιες αποφάσεις
Τα αιωρούμενα γιατί, τα υγρά χαμόγελα
Ήρθες όταν εγώ δεν σε περίμενα. Μη με γελάσεις
Αυτά δεν είναι τα κατώφλια που έχω σκύψει
Αυτές οι κρύπτες που ριγούν τα τρωκτικά
Δεν έχουν τίποτε απ’ τ’ άρωμα της λάσπης
Ούτε απ’ το χάδι των νεκρών στα όνειρα μας
Γιατί έχει μείνει κάτι – αν έχει μείνει –
Πέρα από θάνατο, φθορά, λόγια και πράξη.
Άφθαρτο μες στην τέφρα αυτή που καίω
Σαν κάθε νύχτα την ανάμνηση θανάτων
Πικρών και ανεξήγητων θανάτων

Γράφοντας ποιήματα χωρίς ήχους και λέξεις.

 

MANOLIS ANAGNOSTAKIS (Salónica, 1925- Atenas, 2005)

“…Se combinan las dos cosas. Es la época en que se combinan ambas cosas. Es decir, no podría ser nadie un poeta romántico, olvidando el marco político de aquella época donde estaban avivadas las pasiones políticas. Existía el elemento político dentro, la expresión de la política, pero bajo un estado amoroso. No sé si se entiende esto fácilmente. Por eso niego todo lo relacionado con “poesía de la derrota”. No es poesía de la derrota. Es agonía sobre una época, angustia sobre una época. Cuando acaba la época, acaba también la poesía. No puede estar uno continuamente escribiendo poesía. No soy un poeta profesional. Siento la poesía como una forma de expresión porque no podría expresarme de otra manera. Es decir, era la época tan opresiva, tan difícil, que solo expresando el dolor podía uno soportarla”. Manolis Anagnostakis

Manolis AnagnostakisManolis Anagnostakis se encuentra entre los más eminentes poetas griegos de la primera generación de entreguerras. Se le denominó “poeta de la derrota”  debido a que en sus versos expresaba los anhelos de la Izquierda no cumplidos. Su obra poética encajaría dentro de los poetas comprometidos de la poesía de posguerra.

Nació  en Salónica el 9 de marzo de 1925. Estudió Medicina y se especializó como radiólogo en Viena (1955-1956) y ejerció su especialización en Salónica y en 1978 se trasladó a Atenas.

Participó en la Resistencia como miembro de ΕΠΟΝ (Organización de la Juventud Panhelénica Unida) en la Universidad de Salónica. Por su actividad política en el movimiento estudiantil fue encarcelado entre 1948-1951, y en 1949 fue condenado a muerte por un tribunal militar.

Fue en 1942 cuando apareció en el mundo literario publicando poemas y notas críticas sobre literatura y política en diferentes revistas. Su primer poemario, titulado «Εποχές» (“Épocas”), vio la luz en 1945, haciéndose él mismo cargo de los gastos de la edición. A partir de ese momento y durante las siguientes décadas siguió publicando poemarios, pero no fue hasta 1979 cuando vio impresa toda su obra poética sin financiarla él mismo.

Son 88 los poemas que Manolis Anagnostakis dejó publicados y los escribió entre 1941 y 1971, aunque posteriormente se publicara su obra poética reunida.

“En el paisaje alterado de nuestra época no volveré a escribir”, declaró, porque “he completado mi obra. Elijo el silencio”.

La poesía de Manolis Anagnostakis no es pesimista. Por mucho que sus versos lleguen en algún momento a la desesperación, en el fondo de su horizonte se vislumbra una luz que se parece más al destello del alba que al del ocaso. La fuerza poética de su obra ha logrado expresar la incertidumbre, la alienación y la esperanzas de toda una época.

Poemas suyos han sido traducidos en inglés, francés, alemán, italiano, además de ser musicalizados por compositores como Mikis Theodorakis, entre otros muchos. Se le concedió el Premio Nacional de Poesía en 1986 y el de de Literatura en 2002.

Murió la madrugada del 23 de junio de 2005 extenuado tras años padeciendo problemas respiratorios y circulatorios.

María José Martínez

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2 comentarios

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  • ¡Un trabajo muy impresionante de la parte de María José Martínez! Una poesía tan expresiva y llena de pasión, de historia, de desesperación y de tantas cosas difíciles de la vida, lo todo con un estilo literario exquisito y sofisticado. ¡ necesitamos los diccionarios también de griego y de español !
    Muchas gracias.
    Christopher Ellis

    • Te agradezco tus palabras y que, además, animan a seguir dando a conocer más poetas griegos y sus poemas en español. Y sí, la lectura de poesía siempre requiere un esfuerzo añadido, pero es mayor la emoción que produce tras leer los poemas. La poesía de Manolis Anagnostakis es así como dices, la expresión de un hombre y su época. «Tan difícil y opresiva», diría él mismo.

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