Poemas hechos de piedra, luz y eternidad.
Reliquias vivas de la tradición oral de un gran pueblo sin escritura
La lengua runasimi quechua ( = la boca de los cultivadores de la tierra) constituye el monumento de la amplitud espiritual, de la estética de alto nivel y de la sensibilidad de los incas, los adoradores del dios Inti (el Sol).
Expresa la vida estoica y el excelente ánimo del ser humano que está en contacto íntimo con la Naturaleza.
Con esas palabras en su contraportada apareció el 2007 el libro titulado “Antología poética de los incas”, donde el profesor de lengua y cultura hispánicas, Ilías Tampourakis, recopiló en sus viajes andinos 50 poemas que se han conservado de modo oral desde la Edad Media hasta nuestra Era, los transcribió con letras latinas y los tradujo de la lengua indígena al griego moderno, poniendo así en contacto entre sí a dos enormes civilizaciones.
En este artículo suyo, aparece la traducción al español de algunos versos, hecha por él mismo. Después de cada poema aquí publicado, sigue su transcripción en la lengua de los incas –que se habla hoy en día por aproximadamente ocho millones de indígenas andinos.
Señor, Principio del Universo,
Creador de Todo,
Oro que solo en la noche del corazón
resplandeces,
la alegría de tus ojos queridos
¡deja que amanezca!
La calidez de tu aliento
¡pronto con el viento deja que llegue!
La magnanimidad de tu mano
¡siempre deja que se extienda!
Y tu poder eterno
¡deja que florezca!
∞∞∞
T’ijsi Wiraqhocha,
Túkuy ruwaj,
sónqoy tutallapi
Qhori ráwraq.
Kusi ñawillaykin
paqarichun.
Q’oñi samayñiykin
wayrarichun.
Khuyaq makillaykin
mast’akuchun.
Wiñay atiyniykin
t’ikakuchun.
La temática de la poesía inca abarca visiones cósmicas e intuiciones, el tiempo intemporal, la descendencia del ser humano y su vida, el amor, la ausencia de seres queridos, y la paz.
Como un espejo de agua
eres una ilusión.
Como el reflejo del agua
te desvaneces.
¿Dónde te pierdes
y te conviertes en un pasado?
∞∞∞
Unoy rirpu
llullan kanki.
Υakuy rirpu
pallqon kanki.
Maytaq sallaywan
qaynaykunichu.[1]
La lírica melancólica, la frugalidad y el dinamismo –tales como son sus monumentos- caracterizan la mitología y la filosofía de los incas. Su teatro proviene del s. XVI y tiene influencias de España:
Aún si la muerte misma, como una hoz por todo alrededor segase,
incluso si todas las montañas divinas juntas
como una fortaleza hostil <contra mí> se alzasen,
así yo también de inmediato me levantaría
oponiéndoles mi voluntad.
∞∞∞
Kikin wañuy ichhunantin,
hinantin orqo hinantin
sayarinman awqa wasi,
chaypachapis sayariymanmi,
paykunawan churakuspa.
Con esos versos declara el General Ollanta su amor prohibido por la princesa Kusi Qhoyllur –La Estrella Feliz-, que era hija del inca Pachakuteq.
Salares nevados –lo blanco en lo blanco-, cañones de profundidad negra sobrevolados por cóndores –negros esos también-, islas rocosas –“hermitas” para leones marinos, orquídeas amazónicas color púrpura, glaciares azul de cobalto y altiplanos matizados de ocre: ese ambiente natural de ensueño ha hospedado la cultura incaica y su lengua gutural y aglutinante.
¿Qué nube es aquella,
que me trae su tiniebla?
Quizás de mi madre sea el llanto,
que viene con la lluvia.
El sol la naturaleza entera ilumina,
Pero nunca a mí; jamás…
Todos los seres viven felices
pero yo, solo sé llorar.
Me caí en el agua;
-“Río, llévame”, le dije,
Y el río, amargado me respondió:
“Ve a buscar a tu madre”…
∞∞∞
Ima phuyun háqay phuyu,
yanayasqaq wasaykamun.
Mamaypaq waqaynincharí,
paraman tukuspa hamun.
Tukuytapis Inti k’anchan,
ñoqayllatas manapuni.
Tukuypaqpis kusi kawsan,
ñóqay waqaspallapuni.
Yakumanpis urmaykuni
“Yaku, apallawayña” nispa.
Yakupis aqoykamuwan
“Riyraq, mask’amúyraq” nispa.
Las raíces del ser indio se encuentran en las profundidades de Asia y de la crónica del tiempo. Tras sus viajes milenarios por los dulces mares polinésicos, colocaron los primeros monolitos de su imperio de “Los Cuatro Puntos Cardinales”, sembrado con Puertas del Sol chapadas de plata, y con joyas rituales de oro. Fundamental para la existencia funcional de la Pax Incaica ha sido la “mita” –el sistema de traslado de poblaciones entre las regiones conquistadas— a fin de lograr el intercambio cultural y científico. Y más tarde, cuando los conquistadores españoles exigieron cobrar impuestos en plata potosina, los indios les pagaron con el trabajo de sus manos forjadas por la dura tierra andina. Eso es el “mitayo”.
¿Qué será ese arco iris negro,
que el horizonte ha cubierto?
En Cuzco, el enemigo, temeroso como una flecha,
pulula
por todo lado, horroroso
y destructivo, como el granizo
se vierte.
El sol palideció; la naturaleza, por extraño sortilegio,
se ennegreció por un momento,
cuando ellos daban muerte al Inca.
En la ciudad imperial desértica,
con tu soledad te has quedado, Atahuallpa.
Tu sangre, negra,
alrededor de ti un lago ha hecho.
Y tu mirada se apagó
detrás de tus pestañas.
Entre las estrellas tu mirada se ha ocultado.
Con nuestro pensamiento arruinado,
solos, sin tu sombra protectora,
errando andamos por sendas de llanto.
¿A quién la mirada podemos levantar?
No sabemos.
Acaso permitirá tu corazón,
Inca ilustre,
que perdidos andemos, desdichados, por el mundo
errando,
en manos ajenas
y bajo los pies del enemigo
sufrir?
¡Abre los ojos,
danos tu mano!
∞∞∞
Ima k’uychin kay yana k’uychi
sayarimun.
Qosqoq awqanpaq míllay wakchi
illarimun,
túkuy imparí saqra chiqchi
t’akakamun.
Inti tutayan q’elluyaspan
uh watuypi;
Atawallpa ayachaspa
chay sutimpi
wañuynillanta chikachaspa
uh kchillmiypi.
Munayninman hunt’aykuchinki
qan sapayki
Qaqamarkapi wañuspayki
p’uchukanki
thukuruyanñan sirk’aywipi
yawarniyki;
Qhoqayarinñan ñawiykipi
rikuyniyki;
ancha qóyllur lliqlliynillanpi
qhawayniyki.
Tunki tunki yuyay manaspa
sapallayku,
mana llanthuyoq rikukuspa
waqasqayku,
mana pi mayman kutirispa
musphasqayku.
Atinqachu sonqollayki,
Apu Inka,
kanaykuta chinkay chaki
mana kuska,
kchiqe kchiqe upqa makinpi
saruchasqa.
Ñuqñu wakchiq ñawillaykita
kicharímuy,
ancha qokuq makillaykita
mast’arímuy.
El pueblo quechua hereda su nombre del “kiswar” –la tierra cultivable que se encuentra en la altitud entre los 1.000 y 2.000 metros. Más arriba, mucho más, el lago Titicaca –“las aguas sagradas, donde nació el dios Sol”. Esa fue la cuna de los aymaras, la cultura preincáica que floreció entre el año 200 a.n.e. y el 600 n.e. Casi un milenio más tarde, los incas fundaron su reino en lo que significa: “el centro umbilical del mundo”: Qh´osqh´o – Cuzco. Estamos entre el 1438 y el 1533, años renacentistas, en los que se escribió en España el ciclo amadisiano de Gaula. La papa (patata), la qinoa, la llama y el pescado qarachi han sido los fundadores de esa cultura.
La administración de aquel imperio sin escritura se llevaba a cabo con los “qhipu” –cuerdas de lana con nudos que su tacto por dedos de ciegos tenía valor fonético, silábico o numérico -mejor dicho- para los cálculos financieros y astronómicos. Y el monolito de Qalasasaya, en Tiwanaku (Bolivia), servía de centinela solar…
Llego a tu lado
con alas de plata,
con pies de oro.
La nebulosa de Orión
y el Sirio,
con profundo dolor contemplaron
mi corazón entristecido.
∞∞∞
(poema en la lengua jaq´aru de los aymara)
Makhatasinqui
qollqe chekani,
qhori kayuni.
Chaca cilthumpi,
nina nayrampi
llaquita chuimajha
uñantapjhana.
Francisco Pizarro –el extremeño- está muerto y la memoria de Pedro de Candía –el conquistador cretense, de Grecia- ya se ha desvanecido…
Y han surgido nuevas formas de supervivencia cultural: la vergüenza del ser indio se está reemplazando por el orgullo que atrae divisas turísticas.
Hoy, los jóvenes visten pantalones vaqueros y, a la vez, “chullu” –el gorro andino que lleva los colores de su tierra. Y escuchan música “disco-móvil”, pero al mismo tiempo recitan los poemas de los “Apu Achachila” –las nubes en las altas crestas, que son los tatarabuelos sagrados de la tribu:
Marchita estás, ya,
como una flor,
que ni siquiera en tus propias raíces
no te puedes sostener.
∞∞∞
Qanma kashanki
llaki t’ika hina;
mana qhikiy sapiykikipis
ratayta atinkichu.
Un fuerte abrazo de agradecimiento a Kunturkanki -aquel maestro de la comunidad indígena de Pampallajta, que me acompañó hasta el amanecer con su lámpara de mechero, recitándome tiempos verbales exóticos, en un esfuerzo para enseñarme la mentalidad de su pueblo quechua por medio de su lengua:
“urpiy sonqo” – “corazón de paloma”;
así se dice “gracias” entre los descendientes de los incas. Reminiscencias de tesoros culturales…
[Fotos: Ilías Tampourakis.]
[1] La lengua quechua runasimi de los incas es aglutinante; eso significa que forma diversas expresiones mediante prefijos, infijos y sufijos, y por eso no necesita los signos de exclamación e interrogación.