Hace muchos años tuve la oportunidad de viajar a Cuba. Estuve paseando por La Habana Vieja, caminé por las callecitas de Santiago, y recorrí las playas de Varadero.
Siempre llevando conmigo mi cámara, una ‘Nikkormat’, de enfoque manual. Quería capturar la isla y su gente, que no sólo no huía de la cámara, sino que pedían ser retratados.
Saqué 3 rollos de Tri-X (blanco y negro) y 2 de ‘Ektachrome’ (diapositivas). El resultado, algunas fotos decentes, y muchas, muchas fuera de foco.
No pude poner como excusa alguna falla en el equipo, por lo que asumí que, al ser fotos tomadas en la calle, no tuve el tiempo suficiente para enfocar correctamente. Finalmente, para no repetir el inconveniente, decidí comprarme una cámara autofocus.
Desde hace algunos años volví a las cámaras de enfoque manual. Pero eso sí, ahora uso anteojos…
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