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El túmulo de Issyk
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EL HOMBRE DORADO DE KAZAJISTÁN

 En un artículo anterior hablábamos de lenguajes sin descifrar aun a día de hoy. Hoy traemos otro, pero algo más especial.

En 1969, el Kazajistán, un grupo de arqueólogos rusos hicieron un descubrimiento único hasta ahora: el llamado “HOMBRE DE ORO DE KAZAJISTÁN”.

EL HOMBRE DORADO DE KAZAJISTÁNEn aquellos años llegó a ser famoso en todo el mundo. Los arqueólogos estaban en una excavación de rutina en unos túmulos de las colinas de Issik (nombre por el que también es conocido el “guerrero”) cuando, en uno de ellos, hicieron un descubrimiento único: un esqueleto completo de un joven, o una joven (es imposible saber el sexo pese a su excelente estado de conservación) dentro de una cámara funeraria que tenía dos estancias. En la primera de ellas estaba el llamado “guerrero de Issik” como es conocido hoy, aunque repetimos, podría ser una guerrera.

Aunque fueron encontrados dos cuerpos, el primero es el más impresionante, y hoy día es el emblema de Kazajistán, tan famoso allí como Vlad Tepes en Rumanía. Se le suele representar junto a un leopardo.

Lo que los arqueólogos encontraron en esa primera cámara, excavada en la roca y con suelo de madera, cosa sumamente extraña y que indican la intención de perdurabilidad del cuerpo, los dejó más que asombrados y no es para menos. Miren fijamente las imágenes para admirarlo en todo su esplendor.

sombrero     Era un cuerpo de una persona de sexo desconocido, de unos 18 años de edad (no superaría los 20 en ningún caso) completamente vestido con armadura militar, botas y sombrero. Sería un gran descubrimiento en cualquier caso, pero la armadura está compuesta por más de 4.000 escamas de oro, oro puro, y si bien el esqueleto estaba en bastante buen estado, el oro estaba como recién sacado de la fragua. El resto de la vestimenta, de color rojo, ha sido restaurada para recuperar su esplendor original, pero también estaba en excelente estado. El clima seco y la madera habían ayudado al propósito original del enterramiento. El sombrero por su parte, es muy alto y está enteramente hecho del mismo material precioso, sin que haya necesitado más restauración que una buena limpieza y bruñido.

Una vez pasado al laboratorio, fue posible datar el cuerpo, aunque al sacarlo al exterior, fuera de las buenas condiciones de conservación de su cámara sellada, fue deteriorándose poco a poco. Como hemos dicho corresponde a un joven o una joven de unos 18 años, datado con bastante exactitud alrededor del 700 a.C. por lo que pertenecería a la cultura ESCITA, un pueblo de origen indoeuropeo y originario de Asia Central, moviéndose por el mar Caspio y el río Volga. Por los años en que está datado el cuerpo comenzaban su expansión hacia el este. Su idioma, conocido a día de hoy y descifrado, es el llamado osetio o alánico, de la misma raíz que el persa o el kurdo.

Para situarnos, los escitas (nombre derivado el griego “Scytoi”) eran un pueblo de las estepas iraníes caracterizados por el pastoreo, su valor guerrero y la cría de caballos que intercambiaban con otros pueblos o usaban para la guerra.  Gracias a su habilidad para domesticar los caballos, fueron dueños de un terreno bastante amplio, que abarcaba desde la actual Manchurria hasta Hungría. Eran grandes guerreros, y sufrieron muchas invasiones de las que salieron airosos gracias a su dominio de la caballería y a su sistema de unidad de lucha: escudos y lluvias de flechas que no dejaban acercarse al enemigo. Otro aspecto a destacar era su afición por el oro, que consideraban casi sagrado (dado por un Dios) y su innegable destreza en la orfebrería. Eso es muy fácil de ver en el completísimo ajuar que este cuerpo portaba consigo, lo que ha hecho pensar que perteneciese a la realeza. Una de las referencias que tenemos de este pueblo pertenece al historiador Herodoto, que alaba su trabajo con los caballos y los califica como peligrosos enemigos acostumbrados a dificultades climáticas y sin miedo alguno.  Para el historiador, cualquier pueblo que luchase con caballos comprados a los escitas, tenía ganada la batalla.

Aparte de las 4.000 escamas u hojas de oro que le recubren pecho y parte de las piernas, cosidas a la ropa, lo que ya de por si es asombroso como trabajo de orfebrería (son todas y cada una de ellas prácticamente iguales SIN ESTAR HECHAS CON UN MOLDE) tenemos el sombrero, muy alto y apuntado, recubierto de  oro puro y decorado con imágenes de caballos que simbolizaban el dios del sol para ellos, una espada larga, lo que indica su carácter luchador, barcos de cerámica con representaciones de yeguas incluso en el acto de dar a luz, por lo que vemos la importancia que el caballo tenía en este pueblo. También bandejas de madera con carne, leche y otros barcos más pequeños de plata y bronce completamente decorados, algunos con escenas de lucha, otros de caza y los demás de caballos.

    En dicha tumba, se encontraron también el calzado en buen estado, anillos de oro, figuras de bronce, una espada que ya hemos comentado de bronce y otra de oro sin filo, esta ultima, presumiblemente usada solo como ajuar funerario o como adorno en vida del difunto. Por lo que he elegido este tema hoy es porque también se encontró un bol de plata, parecido a una copa sin pie, con 26 caracteres grabados y totalmente desconocidos aun a día de hoy. En las fotografías adjuntas vemos una reproducción de los símbolos, ya que el cuento, como tantos objetos que no pueden explicarse en arqueología, está desaparecido a día de hoy. Conservamos las inscripciones gracias a la labor de casi 20 años de arqueólogos rusos junto a kazakos. Presumiblemente, y solo como hipótesis, pues no podemos hablar de certezas, sería, en mi humilde opinión, el nombre del difunto en un dialecto, una oración o incluso una dedicatoria, pero ya digo, es solo una hipótesis.

El ajuar es tan inmenso que ha hecho falta un ala entera de un museo para exponer las piezas que quedan (unas 60 “desaparecieron” durante su estudio). Todos los adornos de oro, peines, peinetas o el cuello sin ir más lejos están grabados con imágenes de animales cotidianos para los escitas, destacando el caballo por supuesto, leopardos, cabras de montaña o pájaros, de una talla excelente. Como apunte diré que un amigo mío de la infancia, joyero, no conocía este tesoro y me ha comentado que es un trabajo de años e impresionante en su talla. Obviamente no se hizo para el fallecimiento de esta persona, sino que ya fue hecho desde antes, o durante toda su corta vida, y fueron sus pertenencias más preciadas que alguien decidió que le acompañasen al más allá. También lo acompañaban un conjunto de más de 30 piezas de joyería, 12 de ellas en su propio uniforme, si puede llamarse así.

EL HOMBRE DORADO DE KAZAJISTÁN     Actualmente, el guerrero antiguo de sexo desconocido es exhibido en Museo  Arqueológico de Kazajistán, en Astaná. El cuerpo está conservado en el mismo museo pero no puede verse. En su lugar hay un maniquí vestido tal y como se encontró, con su traje de terciopelo rojo recubierto de escamas doradas hechas una a una,  y  parece que nos reta, aun sin ojos, a descifrar quien fue para merecer tal ajuar y enterramiento.

A día de hoy es un símbolo para Kazajistán, aparece en billetes, hay estatuas en plazas y todas las tiendas del país me atrevería a decir que venden reproducciones. Suele aparecer junto a un leopardo. Incluso se encuentra en las embajadas de Kazajistán alrededor del mundo, siendo el más famoso el que se encuentra en la embajada de Washington D.C.

EL HOMBRE DORADO DE KAZAJISTÁN     Convertido en un símbolo del país, cabe señalar que miles de personas acuden a la estatua erigida en el lugar donde fue encontrado a dejar flores o pedir deseos. Hay una regla: Solo puede ser tocado UNA VEZ.

El arqueólogo Jeannine Davis-Kimball argumenta en su libro  “Mujeres de Guerrero” (2002) que el cuerpo era demasiado ambiguo para conocer su género, y que otros bienes en la tumba sugieren sea una mujer. Una corriente defiende que se trata de  Tomiris, una reina de Masagetas, la tribu que derrotó al emperador persa Ciro el Grande.

Inscripción del cuenco de Issyk.
Inscripción del cuenco de Issyk.

Sin embargo, para terminar, digamos una curiosidad, y es que no todos los tesoros encontrados son tan “preciosos”. En 2003, otra expedición arqueológica desenterró en un túmulo del valle de Shilinskaya (Kazajistán) otro “hombre de oro”, no tan suntuoso como el que hemos visto, datado en el siglo IV a.C. como varón y presumiblemente perteneciente a la tribu de Saka, nómadas escitas que habitaban la región hace unos 2.000 años. Si el “hombre dorado” ha traído prosperidad y sensación de unidad a Kazajistán, este último no lo hizo, ya que fue culpado de una serie de de desastres naturales como sequias, tormentas,  perdidas de ganado por enfermedades, nacimientos con deformidades… La población local achacó estos males a una maldición o al enfado del difunto por haber sido extraído de su lugar de descanso eterno, por lo que  en 2012, por orden del ministro de cultura de Kazajistán, los restos del segundo “hombre de oro” volvieron a su tumba junto a su ajuar, más modesto que el anterior.

Quiteria Méndez Fernández

Quiteria Méndez Fernández

Murcia, 1983

Licenciada en Historia del arte por la Universidad de Murcia, promoción 2001/2006 (Fin de los estudios en el curso 2014-2015)

Curso de restauración de maderas doradas y policromadas por la Academia TABA (Murcia). Curso de restauración de patrimonio eclesiástico por la Academia TABA con prácticas en los talleres de la Catedral de Murcia.

Perito judicial en falsificación de obras de arte impartido por INTESA (Barcelona) en su modalidad on line.

Diplomada en Historia y arqueología por la UNED (cursando 3º curso)

Actualmente realizando prácticas en el Centro de Estudios del Próximo Oriente Antiguo (CEPOAT) con el proyecto AEGYPTIACA y en labores de biblioteca y radio.

Colabora en Revista MUNDO MISTERIOSO (Bimensual) Revista on line www.lasnuevemusas.com y Revista HISTORIA Y VIDA (Mensual)

EXCAVACIONES:

* Campaña de excavación en Villaricos (Mula, Murcia), veranos 2015, navidad 2015 y verano 2016. Yacimiento romano siglo II d.C.
* Excavación y exhumación de cadáveres de la guerra de la independencia española. Badajoz. Verano 2014.
* Ayudante en la prospección del Castillo de los Velez de Mazarrón (Murcia) a tiempo parcial durante 2007 y 2008. Medieval.
* Excavación de las Cuevas del Lido (Venecia, Italia). Medieval. Desde mayo de 2005 hasta septiembre de 2006.

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