Las nueve musas
Anfitrión

Consejos para ser un buen anfitrión

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¿Nunca haces fiestas en casa porque te aterra quedar en ridículo con la comida? ¿Le huyes al trabajo que implica el organizar una reunión? ¿Piensas que es más barato ir a un restaurante que al supermercado?

En resumidas cuentas, ¿eres huevón y tacaño? Entonces toma en cuenta estos consejos para cambiar de mentalidad y convertirte en un buen anfitrión.

  1. Diseña el concepto. Antes que nada debes definir cuántas personas quieres y puedes recibir. De esto dependerá el tipo de comida que harás y la atención que pretendes ofrecer. No invites a personas “por compromiso”; se trata de que tú también disfrutes al máximo la fiesta. Si son pocos, de dos a seis invitados, puedes pensar en platos servidos con gracia y elegancia; sin son más, es mejor un buffet. Elije una línea temática, ya sea de un país o cultura en específico, y procura que sean alimentos que combinen bien; no abuses de los almidones.
  2. Invita con suficiente anticipación. Envía whatsapp o haz llamadas por teléfono a tus invitados para sondear su asistencia, una o dos semanas antes de la fecha prevista; nada de “te espero mañana” o peor aún “ojalá que puedas hoy”. Ni que fueran presidiarios que no tienen nada que hacer. Aprovecha para decirles que tendrás unas cervezas o refrescos, por ejemplo, pero que cada quien puede llevar las bebidas de su preferencia, pues tampoco se trata de que te friegues con todo el gasto. Si tus posibles comensales son de confianza, no habrá ningún problema con esto (en otra entrega daré los consejos para ser un buen invitado). También puedes preguntarles si tienen problema con algún ingrediente que piensas incluir en la comida (carne, gluten, lácteos, chile…).
  3. Prepara la más rica comida. No hay pretexto para no cocinar. En internet puedes encontrar todo tipo de recetas, paso a paso. Recurre a tu sentido común para seleccionar los platillos que creas que gustarán a todos o a la mayoría. No trates de impresionar con comida muy sofisticada o de vanguardia si no tienes experiencia en la cocina, pero en la medida de lo posible elige botanas o guisos prácticos y novedosos que no se vean a diario. Disfruta la cocina, no te mortifiques, pon música, haz todo con calma y tiempo, no el mismo día. Las compras puedes hacerlas por tandas para aprovechar ofertas o porque has pasado cerca del supermercado y te convino adelantar algo.
  4. Crea un ambiente agradable. No te desvivas atendiendo a los invitados al grado de hacerlos sentir incómodos. Puedes servir una primera ronda de tragos, pero después cada quien se puede servir lo suyo. Ten a la mano y a la vista un área o una mesa con hielera, vasos, bebidas, servilletas, sacacorchos… Pon un ordenador en línea para que elijan la música de su preferencia, o bien si la reunión es temática, programa la selección musical que corresponda. No dejes a última hora la ubicación de platos y cubiertos. En la medida que tengas todo ello en orden, no requerirás de un mesero. No seas estricto en la hora de servir o de ofrecer la cena. Mejor pregunta si ya quieren cenar o invítalos a servirse cuando quieran, si es buffet. No impongas pláticas ni te adueñes del “micrófono”. Anota tu dirección y teléfono, y los números de servicio de taxis en un lugar visible, para quien lo requiera. Ofrece una habitación o rincón en tu cama a esa pobre personita pasada de copas. Si te emborrachas y se te empiezan a cerrar los ojos, vete a dormir y punto. No les digas “se quedan en su casa” o “que se sigan divirtiendo”, pues puede considerarse una invitación a que se larguen. Prohibido echarlos o insinuar que quieres que se vayan. ¡Aguántate! Confía en que cerrarán la puerta al marcharse. El objetivo es que se sientan como en casa.
  5. Mantén ordenado el espacio. Recoge los platos y vasos sucios poco a poco, durante la reunión, discretamente, para que no se piense que ya se acabó. Si eres esclavo de la limpieza y te urge lavar los platos, aclara que es para tu tranquilidad y que la fiesta continúa. Vacía los ceniceros. Puedes tener a la mano un bote de basura. Verás que por instinto los invitados tirarán ahí lo que ya no sirva, y al día siguiente no te dará una embolia al ver tanto desastre.

Dicho la anterior, no me resta más que desearte salud y buen provecho, así como ofrecerte esta sencilla receta que puede servir como botana o entrada:

Momias

Ingredientes

Pan de caja o molde

Mantequilla

Mermelada

Tocino en tiras

Elaboración

Cortar los bordes a las rebanadas de pan; aplanarlas con un rodillo, untarlas con mantequilla, cubrirlas con mermelada, enrollarlas como tacos y envolverlas con tocino. Dorar en el horno.

Will Rodríguez

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