Las nueve musas
Sistema Funcional

Circuitos neuronales y sistema psíquico

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…si el conocimiento es el instrumento para apoderarse de la esencia absoluta, inmediatamente se advierte que la aplicación de un instrumento no deja a esta tal y como ella es para sí, sino que la modela y altera.

Georg Wilhelm Friedrich Hegel,

 

El funcionamiento cerebral regula al individuo a partir de la imagen racional sostenida en su sistema psico-cerebral, creada en interacción con las circunstancias. Pero esta es, al mismo tiempo, resultante integral de la información refractada a través de los escalones estructurales, subyacentes a la consciencia.

La pregunta es ¿cómo dicha imagen se convierte en efector?

Wolfgang Köhler
Wolfgang Köhler

La realidad, desde la materia inanimada hasta la sociedad, y desde la psique inconsciente hasta la consciencia, no evoluciona en un curso estocástico, caótico, sino que está regido por un determinismo intrínseco, dado por la interacción interna de sus componentes. De ello resulta su auto-movimiento, el cual transcurre en perenne ascenso hacia mayor complejidad y adaptación. No obstante, este determinismo no es estricto, sino que deja un margen de libertad a través del cual influyen variables que inciden sobre el rumbo evolutivo.

Dentro de este proceso se produce, en el clímax de la interacción del ser biológico con el medio natural, un salto cualitativo sin precedentes. La síntesis, fusión, entre condiciones internas y externas llega a un tope de complejidad el cual como solución genera dentro de su seno un sistema supra-estructural, subjetivo, la psique, y le continúa un salto aún más complejo, la psique consciente (Koehler, 2011).

La interacción entre elementos a lo largo del espacio y el tiempo, conlleva la refracción de influencias mutuamente transmitidas, haciéndose más complejo a medida que surgían las especies vivientes; más aún en el humano. Este proceso refractario del sistema psico-cerebral, consiste en primera instancia, en el filtraje de la información a través de sus escalones estructurales, en donde es analizada, interpretada y procesada para respuesta, dentro de una etapa preliminar, no-consciente.

A partir de dicha refracción de la información, y como resultante, tiene lugar su proceso de reajuste, para integración armónica en circuitos neurales. Por consiguiente el control individual es consciente, pero regulado y pautado subyacentemente por las estructuras del sistema psico-cerebral.

Frederic SkinnerEn otras palabras, la respuesta humana se produce como reacción a las circunstancias, pero a partir de información filtrada, calibrada, y ajustada a través de regulación estructural, en la previa etapa no-consciente. Alguien, por ejemplo, es sensibilizado o entristecido ante un acontecimiento dado sin aparente explicación, pero el hecho se vincula a motivación, pasión, o frustración ocurrida previamente, pero sin saberse relación causa-efecto.

El criterio fundamental en la refracción de información es la congruencia, el grado de aceptación, acorde a la estructura motivacional y comportamental del individuo. Si esta es congruente se integra expedita y armónicamente a los circuitos neurales, pero si se halla incongruencia su integración es escabrosa, teniendo que intervenir los mecanismos de ajuste; entre ellos, negación, exclusión, distorsión, racionalización, dirigidos a restablecer equilibrio con las circunstancias.

En estas páginas se define la psique como sistema subjetivo que emerge del sistema neural, y al cual se incorpora, re-elabora, y responde la realidad; material e inmaterial. Como sistema al fin, posee funcionamiento y estructuración, generándose ambos mutuamente, las funciones crean las estructuras, y estas una vez creadas, pasan a regular el funcionamiento.

Pero esta interacción y síntesis entre psique y cuerpo no siempre ha sido tomada en cuenta suficientemente. Corrientes filosóficas, Cartesianismo (Farnell & Varela, 2008), Pragmatismo (Friedrichs & Kratochwil, 2009), Positivismo (Cruickshank, 2012), y su posterior influencia en la teoría psicológica del Conductismo (Watrin & Darwich, 2012), han desconocido el precepto hipocrático de su unicidad. A ello se agrega que esta conexión mente-cuerpo ha sido objeto de polémica filosófica desde los inicios de la civilización, alcanzando al campo científico a través del tiempo.

La relación mente-cuerpo ha implicado una discusión que se ha insertado en el centro de la contraposición entre el paradigma filosófico que puede ser llamado mecanicista, y su opuesto, el dialéctico. Cada uno establece un marco explicativo del movimiento y cambio de la realidad, incluyendo la objetiva y la subjetiva, pero de manera diferente.

René Descartes
René Descartes

La filosofía de corte mecanicista contempla las influencias externas como generador del movimiento, pero obviando fuerzas intrínsecas. Por el contrario, el paradigma dialéctico toma en cuenta el papel de las fuerzas externas, pero refractadas a través de las condiciones internas; es decir, la modificación e influencia de un cuerpo sobre otro es acorde a la esencia e identidad de cada uno.

El enfoque mecanicista en el estudio del ser humano cobra fuerza a partir del concepto hombre-máquina, de Renato Descartes (1596-1650). Surge el Dualismo cartesiano, que distingue Substancia pensante, la mente, y Substancia extensa, el cuerpo; se radicaliza la separación entre ambos. Coadyuvando a esta concepción surge posteriormente la Física de Isaac Newton (1643-1727).

A partir del cartesianismo, con el transcurrir del tiempo, se inspiran corrientes filosóficas como el Positivismo y Pragmatismo. El Positivismo comienza con Auguste Comte (1798-1857), cuya idea fundamental consistía en contemplar como válido solo lo objetivamente observable y medible. Por consiguiente, se considera la experimentación científica como el único camino a la verdad. Esta forma de pensar dominó largo tiempo el pensamiento filosófico, y en sentido amplio es un rechazo a la Metafísica, desarrollada por Aristóteles en la antigüedad y la cual contempla los aspectos no medibles del hombre. El Pragmatismo lo origina William James (1842-1910), quien considera de valor solo lo útil para el sujeto.

 Auguste Comte
Auguste Comte

Estas corrientes conducen al Empirismo, el cual enfatiza y abunda la medición científica. De este modo se abre el camino hacia el Conductismo, con las figuras cimeras de John Broadus Watson (1908-1921) y Frederic Skinner (1904-1990).

Sin embargo, el Positivismo deriva en el Post-positivismo. Esta nueva corriente considera insuficiente la evidencia empírica para llegar a la verdad científica, debido a la multiplicidad de variables que intervienen en un fenómeno, abriendo la posibilidad del error.

Al Post-positivismo le continúa el Constructivismo, teoría derivada del enfoque de Jean Piaget, la cual establece que cada individuo construye su realidad. Esta corriente contempla la posibilidad de que creencias estereotipadas, arquetípicas, dadas por la tradición o influidas por la comunicación masiva, interfieran el pensamiento crítico; de hecho alcanza también al campo científico.

Otra corriente filosófica relacionada al enfoque psicológico del hombre, y que alcanza el siglo XX, es el Perspectivismo. Esta concepción, con tenues ribetes de Post-positivismo, tiene sus antecedentes en Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716), quien []sostiene que la percepción e ideación tienen lugar desde la perspectiva particular de cada individuo. Por consiguiente, existen tantos marcos conceptuales como sujetos que experimentan el objeto. Es decir, cada cual “posee su realidad”, al margen de existir una absoluta.

Por otra parte, la corriente opuesta al mecanicismo, la dialéctica, también se originó en la antigüedad, pero no como se concibe en la forma actual. Atisbos de su concepción se observan en los pensadores pre-socráticos, quienes tenían la naturaleza como su objeto de observación. Heráclito consideraba el cambio perpetuo al hacer la afirmación que nadie se baña dos veces en el mismo río, las cosas permanecen cambiando y cambian permaneciendo, y al mismo tiempo, unas empujan a otras, oponiéndose entre sí.

Jean Piaget
Jean Piaget

Para toda existencia estaba compuesta por átomos indivisibles, lo cual suponía unidad intrínseca de la materia. Según Hipócrates, citado por Platón en ‘Diálogos’ : La naturaleza del cuerpo puede ser entendida solamente como un todo; y este es el gran error de nuestros días en el tratamiento del cuerpo humano, que los médicos separan el alma del cuerpo.

Aunque en estas posiciones la interpretación dialéctica, según se conoce en la actualidad, estaba aún alejada del método plenamente científico, se observa una concepción más teleológica que mecánica, o sea la realidad en su auto-movimiento.

La Dialéctica es expuesta por primera vez por Zenón de Elea (490-430 a. C.), en su obra Escuela, y era referida a la polémica, como método de conversación. Con Sócrates, Protágoras, y los Sofistas, se produce un giro importante en la percepción sobre el ser humano, adquiriendo la dialéctica mayor protagonismo como método de pensamiento.

Por ello Platón desarrolla su concepción en su obra Diálogos, donde el método socrático, compuesto por Ironía y Mayéutica, consideraba como argumento inicial, la tesis, su opuesto, la antítesis; y la verdad resultante de esta contraposición, la síntesis.

El método socrático abordaba la polémica racional, por medio de preguntas y respuestas, conduciendo a la refutación del argumento discutido; de este modo se llegaba a la verdad. Pero al mismo tiempo este método escondía dentro de sí la contradicción como se conoce actualmente. Aristóteles por su parte, en su búsqueda de la verdad, también rodea la dialéctica según la época, es decir como controversia, como expone en Metafísica (Libro IV).

En el Oriente antiguo también se reflexionaba sobre el vínculo entre el alma y el cuerpo con matices dialécticos, aunque dentro de un marco diferente al occidental. Por ejemplo, en el Budismo se contempla como el ser se crea y destruye a cada momento. El Taoísmo observa el Ying/Yang como fuerzas opuestas, las cuales al mismo tiempo se hallan dentro del Tao. En el pensamiento hindú la diversidad y eventos contradictorios son diferentes manifestaciones del todo.

La decadencia del esplendor antiguo trajo consigo las formas bárbaras, feudales, de la distribución de tierras y riquezas, trasladándose al campo rural el epicentro de vida y producción. Por una parte se hallaban los siervos y campesinos, arraigados y fundidos a la tierra, mientras los señores permanecían encerrados en castillos y casas amuralladas, y por la otra, las rígidas normas monacales y religiosas ejercían fuerte control en la mentalidad de las masas de esa época. Esta combinación llegó a reducir la consciencia de individualidad.

Pero avanzado el Medioevo europeo surge de nuevo la interrogante sobre el ser humano, otorgándole al individuo mayor conciencia de sí mismo. Junto a ello, con el efecto de la Reforma en el mundo eclesiástico, Europa regresa de nuevo al humanismo e individualismo, quedando atrás la simbiosis grupal propia del feudo. A medida que transcurría el tiempo, en los siglos posteriores, surgieron otros pensadores destacados; entre ellos, Immanuel Kant (1724-1804) y Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831).

Zenón de Elea

Kant constituyó un hito en la transición hacia un enfoque diferente en la concepción sobre la psique del hombre. En su obra Ensayo de introducir el concepto de las magnitudes negativas en la filosofía, publicada en 1763, considera que: …el alma comprende todo el universo con sus facultades representativas, si bien resulta clara sólo una partícula de esas representaciones.

Posteriormente expone en Crítica de la razón pura, publicada en 1781, refiriéndose a la conceptualización: Es la síntesis en general, como próximamente veremos, la simple obra de la imaginación, es decir, una función ciega, aunque indispensable, del alma, sin la cual no tendríamos conocimiento de nada, función de la cual rara vez tenemos conciencia.

Con Hegel la antigua dialéctica, de un carácter retórico y argumentativo, finalmente cede paso a un método lógico acabado; por añadidura, sienta premisas de la teoría actual del sistema. Su obra cumbre fue Fenomenología del espíritu, publicada en 1808, y su concepción cardinal radica en el desarrollo causado por multifacética matriz de contradicciones internas y externas al ser, y no por la presión exclusiva de fuerzas externas. Las causas externas actúan y son refractadas a través de las condiciones internas.

Para Hegel la realidad es interacción constante de elementos opuestos, y se inter-penetran a través de la contradicción continua. Considera que todo en sí mismo es contradictorio y raíz del movimiento, es decir, el auto-movimiento. Según Hegel, solo aquello que encierra contradicción se mueve.

Hegel constituye continuación del pensamiento de Johann Gottlieb Fichte (1762-1814), quien previamente enfocara la concepción de unidad contradictoria. Para Fichte la tesis es “estar en sí”, antítesis su negación, donde “estar en si” sale de si y se le opone. Finalmente interacción entre ambos significa la negación de la negación.

En la síntesis se produce transformación y recreación a partir de la contradicción entre elementos, para implicar de nuevo tesis y repetirse el mismo proceso contradictorio. Para Hegel la síntesis era más verdad que la tesis y la antítesis juntas. A muy grandes rasgos, el movimiento dialéctico, según Hegel, se produce de la siguiente manera:

Los seres vivos o no vivos, objetivos o subjetivos, materiales o espirituales, poseen su propia identidad, su cualidad esencial, cada ser es único, exclusivo y diferente. Al mismo tiempo, como la identidad tiende a la inmanencia, entonces se oponen entre sí a medida que se produce el acercamiento de uno a otro, se convierten en contrarios por poseer diferente identidad. Como resultado, se ejercen influencia mutua, intentando cada uno imponer su identidad al otro; se niegan entre sí.

Johann Gottlieb Fichte
Johann Gottlieb Fichte

Esta imposición supone la interpenetración, al actuar mutuamente uno sobre el otro ambos resultan modificados, en cada uno se producen cambios internos en función de la acción recibida. En otras palabras, la interacción implica transmisión de características, incorporación en cada uno de las cualidades esenciales del otro. Se imprimen su huella entre sí, y por ende cada uno incorpora al otro su propia identidad.

Como resultado, la identidad de uno queda integrada a las condiciones internas del otro, y por consiguiente, dentro de cada ser se establece la contradicción entre la identidad inicial y la recibida en la interacción. La contradicción externa pasa a ser interna, y de ello resulta que cada contradicción es al mismo tiempo externa e interna.

De ese modo se produce internamente la síntesis entre ambos contrarios, determinando el tercero sintetizado, lo cual resulta en la transformación del ser. Es decir, al producirse la síntesis interna, y surgir el tercero sintetizado, se supone que el ser deja de ser absolutamente el mismo, es otro.

En consecuencia, lo nuevo conlleva características de lo viejo, o sea, es nuevo pero al mismo tiempo es viejo. Ese hecho vuelve a repetirse hasta el infinito, cada ser se transforma en su opuesto, pero es también lo mismo. Al mismo tiempo, al convertirse el ser en uno nuevo, entra de inmediato en contradicción otra vez con los demás con que se relaciona, repitiéndose el mismo proceso interactivo.

El predominio de uno de los contrarios sobre otro es determinado por el grado de armonía interna de cada uno en la relación tesis-antítesis. Es decir, la coherencia y fortaleza de uno u otro es quien determina las características predominantes de la síntesis.

Por citar un ejemplo sencillo, la agresión a una familia cohesionada implica que esta se une monolíticamente, pero las sumidas en discordias y conflictos internos tienden a trasladar la contradicción externa hacia dentro de ellos mismos, con la consiguiente disgregación familiar.

La interacción entre un ser y su entorno, presenta varios escenarios fundamentales:

  • La especie animal no apta para subsistir en un ambiente, sufre desbalances biológicos internos, o queda indefensa ante la agresión, hasta finalmente sucumbir, como las que han desaparecido durante millones de años.
  • Otras, por ejemplo algunos insectos, se apropian de características de su entorno que le son útiles para enmascaramiento y respuesta defensiva, emergiendo de ese modo como especie más adaptable. Se observa como reptiles se mimetizan hasta confundirse con el ambiente, e incluso asumen sus colores, permitiendo subsistir. En especies desarrolladas se observa cómo se condiciona la conducta que posibilita mejor defensa y alimentación; por ejemplo, en los experimentos de Wolfgang Khoeller, el simio interactúa una y otra vez con varillas hasta encontrar la solución para obtener el alimento.
  • Finalmente, se hallan especies, como el tiburón, las cuales son fósiles vivientes porque han permanecido inalterables en el tiempo debido a su capacidad de subsistencia.

Cruickshank, J. (2012). Positioning positivism, critical realism and social constructionism in the health sciences: a philosophical orientation. Nursing Inquiry, 19(1), 71–82. DOI: 10.1111/j.1440-1800.2011.00558.x

Farnell, B. & Varela, C. R. (2008) The Second Somatic Revolution. Journal for the Theory of Social Behaviour, 38, 3, 0021–8308

Friedrichs, J. & Kratochwil, F. (2009) On Acting and Knowing: How Pragmatism Can Advance International Relations Research and Methodology. International Organization, 63, 701-31. Doi: 10.1017/S0020818309990142

Koehler, B. (2011) Psychoanalysis and Neuroscience in Dialogue: Commentary on Paper by Arnold H. Modell, Psychoanalytic Dialogues, 21, 303–319. DOI: 10.1080/10481885.2011.581114

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José Ramón Ponce (†)

José Ramón Ponce

Doctor en Psicoanálisis, Universidad de Psicoanálisis Humanístico, Brasil.

Master en Psicología de la Salud, por la Walden University, Minnesota.

Licenciado en Psicología, certificado Josef Silny & Associates, Inc. Licencia de Hipnoterapia, USA.

Investigador Agregado por la Academia de ciencias de Cuba.

Fue miembro de la Sociedad de Neurociencias de Cuba, Sociedad de Psicología de la salud de Cuba, Grupo Nacional de Termalismo. Fundador y creador de la Sociedad Cubana de Hipnosis, en la Academia de Ciencias de Cuba. Miembro de la Sociedad Venezolana de Hipertensión arterial. Participante de eventos científicos nacionales e internacionales. Le han realizado numerosos reportajes de prensa por su trabajo.

Libros publicados:

Dialéctica de las actitudes en la Personalidad
El Sistema Psíquico del Hombre
Estrés emocional y su afrontamiento
Como estudiar mejor y sin estrés
Conversando con adolescentes
Un Hombre ante sí mismo
Hipnosis y relajación emocional.
Folletos en apoyo a la docencia.​

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